Favorece el crecimiento. Es la sal de los huesos. Revitalizante. El Calcium phosphoricum o fosfato cálcico tiene una función decisiva en la formación de los huesos (mineralización). Favorece su crecimiento y acelera la curación de fracturas. También contribuye a la formación de los dientes y hace que la membrana celular sea más permeable, lo que facilita el intercambio de nutrientes. También participa en la coagulación de la sangre y puede ayudar a contener la pérdida de sangre excesiva (como en las hemorragias nasales). Este mineral es importante para el movimiento muscular y para la producción de células nuevas. En general, fortalece el cuerpo y los nervios.
Es adecuada para:
Ayudar a la recuperación después de fracturas óseas, eliminar el dolor del crecimiento, la producción lenta e insuficiente de los huesos en niños y adolescentes, debilitación del organismo, crecimiento alterado de los dientes, dolor de muelas, espasmos en los bebés, espasmos musculares, hormigueo y rigidez de brazos y piernas, nerviosismo, propensión a hemorragias nasales y picores de la piel en la vejez. Ayuda al tratamiento contra la osteoporosis.